La pregunta de la que partieron los editores era cómo afrontar, tres años después de su final, una publicación que no solo hablase de la historia reciente del festival sino que también generase una experiencia por sí misma. El equipo de editores se propuso retomar esta idea he invitó a participantes del festival a hablar y dialogar entre sí, dando lugar a ocho entrevistas. El diseño del libro sigue las pautas del primer volumen. Si en la primera edición los contenidos se organizan con formato “diccionario” —contraponiendo imagen con texto—, la segunda ordena el contenido separándolos: se abre y cierra con imágenes que captan en vivo a muchos de los protagonistas de In-Presentable 2008-2012; mientras que las entrevistas a los invitados y el interrogatorio al que es sometido Juan Domínguez (comisario de In-Presentable) por el equipo editor, forma el bloque central de la publicación.